Este pequeño cuento resume el porque de la creación de este blog. Con mucho cariños les doy la BIENVENIDA a todo aquel que lo visite y quiera quedarse, que lo disfruten. Graciela

"A las puertas del cielo llegaron un día cinco viajeras
- ¿Quienes son Ustedes? les preguntó el guardián del cielo.
- Somos - Contestó la primera - LA RELIGIÓN
- LA JUVENTUD...- dijo la segunda
- LA COMPRENSIÓN...- dijo la tercera
- LA INTELIGENCIA... - dijo la siguiente
- LA SABIDURÍA - dijo la última
- Identifíquense!! - ordenó el carcerbero
Y entonces...
La religión se arrodilló y oró. La juventud se rió y cantó. La comprensión se sentó y escuchó. La inteligencia analizó y opinó. Y la sabiduría... contó un cuento."


(tomado de una idea de Anthony de Mello, modificada por Jorge Bucay)


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viernes, 15 de enero de 2010

ANTIGUO CONSEJO CHINO

Había una vez un campesino chino,
pobre pero sabio,
que trabajaba la tierra duramente con su hijo.
Un día el hijo le dijo:
-¡Padre, qué desgracia! Se nos ha ido el caballo.
-¿Por qué le llamas desgracia? -respondió el padre.
Veremos lo que trae el tiempo...
A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo.
-¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho.
Nuestro caballo ha traído otro caballo.
-Por qué le llamas suerte? - repuso el padre.
Veamos qué nos trae el tiempo.
En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo arrojó al suelo.
El muchacho se quebró una pierna.
-¡Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho.
¡Me he quebrado la pierna!
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:
-¿Por qué le llamas desgracia?
Veamos lo que trae el tiempo!
El muchacho no se convencía de la respuesta sino que gimoteaba en su cama.
Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra.
Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.
El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.
La moraleja de este antiguo consejo chino es que "la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo malo se hace bueno, y lo bueno malo.
Lo mejor es esperar siempre el día de mañana.

Autor anónimo

2 comentarios:

  1. Esta narración me da mucho que pensar y es verdad que no nos damos cuenta de que la vida es cambiante e imprevisible y que no tenemos que dar nada por hecho. Me ha gustado mucho la moraleja. Besos.

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  2. Graciela y que rzón tienen el probervio chino, nunca hay que adelantarse a ningún acontecimiento, hay que dejar que todo siga su curso.....
    Que página más bonita guapa, te felicito.
    besossss

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