Un día, su suegra lo llama y le avisa que va a ir a cenar con él. Durante la cena, la señora no pudo dejar de notar cuán atrayente y sensual era la empleada, y comenzó a decir algunas indirectas hablando del sacrificado trabajo de su hija en tierra extraña para juntar dinero para la familia, y ese tipo de cosas…. Leyendo los pensamientos de su suegra, José le dice:
_” Yo sé lo que usted debe estar pensando, pero puedo asegurarle que mi relación con la empleada es puramente profesional.”
Los dos dieron el tema por cerrado y terminando la cena, la suegra se fue.
Una semana después, la empleada le dice a José
_“Desde que TU suegra vino a cenar, el cucharón de plata para la sopa desapareció, y no quisiera que TU mujer piense que yo lo robé”. _ ¿Crees que ella se lo llevó?
A lo que José responde:
_ “Querida, yo creía que aquella víbora podría ser todo, menos ladrona…. De todas maneras le voy a enviar un e-mail, para que ni siquiera aparezca por aquí otra vez”
Entonces le escribe, con copia a su esposa en los EE.UU, sólo por maldad:
“Querida suegrita: Yo no estoy insinuando que usted “tomó” el cucharón de sopa de mi casa, y tampoco que usted “no tomó” el cucharón de sopa; pero el hecho es que desapareció desde el día que estuvo aquí para la cena.”
Al día siguiente, José recibe un e-mail de su suegra, pero también con una copia para su hija, diciendo:
“QUERIDO YERNO: YO no quiero insinuar que “duermes” con la empleada, y tampoco que “ no duermes” con la empleada; pero el hecho es que si ella hubiera dormido en su propia cama, ya habrían encontrado el cucharón de sopa que coloqué debajo de su almohada, y envuelto en su camisón. Saludos TU SUEGRA.”
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