Este pequeño cuento resume el porque de la creación de este blog. Con mucho cariños les doy la BIENVENIDA a todo aquel que lo visite y quiera quedarse, que lo disfruten. Graciela

"A las puertas del cielo llegaron un día cinco viajeras
- ¿Quienes son Ustedes? les preguntó el guardián del cielo.
- Somos - Contestó la primera - LA RELIGIÓN
- LA JUVENTUD...- dijo la segunda
- LA COMPRENSIÓN...- dijo la tercera
- LA INTELIGENCIA... - dijo la siguiente
- LA SABIDURÍA - dijo la última
- Identifíquense!! - ordenó el carcerbero
Y entonces...
La religión se arrodilló y oró. La juventud se rió y cantó. La comprensión se sentó y escuchó. La inteligencia analizó y opinó. Y la sabiduría... contó un cuento."


(tomado de una idea de Anthony de Mello, modificada por Jorge Bucay)


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jueves, 27 de octubre de 2011

LA GALLINA Y LOS PATITOS


Había una vez una pata que había puesto cuatro huevos...

Mientras los empollaba, un zorro atacó el nido y la mató.

Por alguna razón no llegó a comerse los huevos antes de huir, pero estos quedaron abandonados en el nido.

Una gallina clueca que pasó por allí, encontró el nido sin cuidados y su instinto la hizo sentarse sobre los huevos para empollarlos.

Poco después nacieron los patitos y, como era lógico, tomaron a la gallina como su madre y caminaron en fila tras ella.

La gallina contenta con su nueva cría, los llevó hasta la granja..Todas las mañanas después del canto del gallo, mamá gallina rascaba el piso y los patos se esforzaban por imitarla.

Cuando los patitos no conseguían arrancar de la tierra un mísero gusano, la mamá sacaba para todos sus polluelos, partía cada lombriz en pedazos y alimentaba a sus hijos en sus propios picos.

Un día, como otros, la gallina salió a pasear con su nidada por los alrededores de la granja. Sus pollitos, disciplinadamente, la seguían en fila.

Pero de pronto, al llegar al lago, los patitos de un salto se zambulleron con naturalidad en la laguna, mientras la gallina cacareaba desesperada pidiéndoles que salieran del agua.

Los patitos nadaban alegres chapoteando y su mamá saltaba y lloraba temiendo que se ahogaran.

El gallo apareció por los gritos de la madre y se percató de la situación.

—No se puede confiar en los jóvenes –fue su sentencia— son unos imprudentes.

Uno de los patitos que escuchó al gallo, se acercó a la orilla y les dijo:

—No nos culpen a nosotros por sus propias limitaciones.

No pienses que la gallina estaba equivocada.
No juzgues tampoco al gallo.
No creas a los patos prepotentes y desafiantes.
Ninguno de estos personajes está equivocado, lo que sucede es que ven la realidad desde miradores distintos.
Es único error,
casi siempre,
es creer que el mirador en que estoy,
es el único desde el cual ser divisa la verdad.


Jorge Bucay de Recuentos para Demián

1 comentario:

  1. Morí de amor con tu cuento. Cada uno ve las cosas desde una perspectiva distina.Te dejo mi cariño y un beso.-

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Gracias por dejarme unas palabras, disfruto mucho encontrarlas, recuerden que pueden comentar como anónimo si no tienen cuenta encontrarán la opción dentro del cuadro de "comentar como"